Escapando de la muerte a través de la congelación.

criogenesis

 

Seguramente, al igual que muchos de nosotros, habrás escuchado aquella leyenda en la Walt Disney había pedido que al morir su cuerpo fuera congelado, para ser “despertado” o “revivido” una vez que la ciencia avanzara. Aunque suene a cuento de ultra tumba o película de ciencia ficción, la criogenia existe.

La criogenia- en realidad, el término correcto es biocriopreservación- es un procedmiento científico por medio del cual se congelan objetos u organismos, empleando nitrógeno o  bien helio líquido en su punto más bajo de temperatura, alrededor de -150 grados Celsius.

En la actualidad se utiliza mayormente en el sector agrícola, así como para la conservación de medicamentos;  y tiene un uso habitual en el área de la medicina, en donde se le utiliza en cirugías principalmente para detener hemorragias, pues se baja la temperatura de la sangre de forma radical; asímismo, en los últimos tiempos se ha probado su utilidad en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer; también para la conservación de embriones, óvulos e incluso semen; no obstante dicho procedmiento es utilzado ya en humanos, poco a poco ha tomado un lugar importante en el debate público respecto de su uso en la “conservación” de los cuerpos después de la muerte.

Exite la idea de que si un cuerpo es congelado de forma inmediata después de su muerte, podría conservarse hasta que la ciencia encuentre una forma de curar el mal que terminó con dicha vida, hoy en día ya se encuentran funcionando diversas compañías- principalmente en Estados Unidos-que ofrecen aplicar el proceso de biocriopreservación sobre los “cadáveres” a precios extremadamente altos, sin embargo no existe ninguna evidencia científica sobre su efectividad, dado que cualquier problema durante el proceso de congelación le haría perder por completo su utilidad.

Fundada entre 1972 Alcor Life Foundation es la empresa más conocida, ubicada en Arizona, se dedica a la investigación y práctica de la biocriopreservación,creada como una empresa sin fines de lucro; por lo que sólo acepta donaciones para la investigación. Para el año de 1976 llevó a cabo su primera criopreservación humana, hoy en día, Alcor Life tiene unos 800 miembros que han conseguido completar los procesos financieros y legales indispensables para ser “congelados”, y aproximadamente 70 personas en suspensión criogénica.

La biocriopreservación tiene grandes limitantes, como lo es la complejidad de que conseguir que los tejidos soporten estar sometidos a tan bajas temperaturas sin deteriorarse, pues al estar formados en su mayoría por agua, al ser enfriados se expanden formando cristales, mismos que eventualmente podrían llegar a romperse.; asimismo surge la interrogante sobre cuál será el método más efectivo para sacar de ese estado al que el cuerpo se sometió justo después de morir; rompiendo ambas barreras, la criogenia prodría ser vista como un remedio medianamente viable para la postergación de la vida.

Recientemente, el diario The New York Times, publicó un artículo, en el que se mencionaban algunas “curiosidades”, sobre esta técnica de extensión de la vida, entre las que se encuentran las siguientes:

  • La proporción entre hombres y mujeres que eligen la criogénesis es de tres a uno.
  • Quienes eligen criogenizarse son principalmente ingenieros de software.
  • En Estados Unidos sólo hay dos empresas que ofrezcan esta fórmula a sus clientes de forma totalmente legal.
  • Aunque actualmente sólo hay unas 200personas “congeladas”, hay otras 2000 que ya firmaron los documentos necesarios y cumplieron con los requisitos indispensables, y que pasarán a las instalaciones cuando sean declarados muertos legalmente.
  • A los fallecidos y “cogelados” las empresas dedicadas a la biocriopreservación, nos les llaman “clientes”, les llaman “paciente”.

Ahora que tienes un poco más de información sobre este método para “extender” la vida ¿lo harías?

Ciudad Juárez, donde se revive a los muertos.

alejandro cardenas

Alejandro Hernández Cárdenas, odontólogo de profesión, radicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, dedicado a la ciencia forense, es el creador  de una fórmula que cerca está de romper paradigmas en el campo de la medicina forense, pues creó una metodología de rehidratación de cadáveres, la cual sin lugar a dudas dará pie a una nueva etapa en la identificación de víctimas.

Hernández Cárdenas, pasa su tiempo entre las clases de odontología forense en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez que imparte y el Laboratorio Forense de Juárez, lugar en el que ha logrado rehidratar e identificar a varios cadáveres, sumergiendo los cuerpos en estado de descomposición, secos y retorcidos, en una tina transparente que él llama “jacuzzi” repleta de su denominada “salsa secreta”.

La tina transparente contiene 60 galones de una fórmula química desconocida y en proceso de obtener la patente correspondiente, en ella se sumerge el cuerpo por alrededor de 120 horas, siendo necesario girarlo cada 12 horas, para conseguir la rehidratación adecuada del cadáver y de ese modo, conseguir que los rasgos de identificación sean plenamente visibles.

El descubrimiento de Hernández Cárdenas, es un parteaguas en el campo criminológico, pues la rehidratación de los cadáveres permite que los cuerpos regresen al estado en que se encontraban justo al momento de morir, lo cual da pie a la posibilidad de que dichos cuerpos sean reconocidos.

Al momento de morir, el cuerpo pasa por siete etapas de descomposición, la metodología implementada por este odontólogo forense invierte dos de las siete etapas, regresando el cadáver al estado que tenía al momento de la muerte: la quinta etapa o putrefacción, momento en el que las proteínas del organismo se rompen al grado que el tejido muscular literalmente se pude, y la sexta, la descomposición, en donde el cuerpo se seca, ya que los restos de agua desaparecen.

Señala Hernández Cárdenas que se pueden procesar cadáveres en avanzado estado de putrefacción mientras no se encuentren en la etapa de licuefacción o ya esqueletizados, aunque, continua señalando, se han encontrado restos óseos que por cuestiones inexplicables aún conservan algún tejido deshidratado, por ejemplo las manos, partes del rosto y algunos otros tejidos, de los cuales es posible rescatar alguna información.

Hernández Cárdenas, lleva cerca de dos décadas trabajando en su técnica, comenzando a practicarla primero con los dedos, posteriormente las con orejas, manos, cabezas, brazos, hasta que decidió implementarlo en cuerpos completos, alcanzando un éxito impresionante en la “regeneración” de los cuerpos.

Hasta el momento el Doctor Hernández Cárdenas, ha logrado rehidratar una docena de cadáveres en su “jacuzzi”, por lo que señala que espera que su infraestructura crezca, y permita resolver crímenes e identificar víctimas más allá de Ciudad Juárez, cobrando 60 dólares por los químicos para rehidratar el cuerpo entero.

En 2005, científicos de la Universidad de Mississippi patentaron una técnica similar, para rehidratar la punta de los dedos en aras de obtener las huellas digitales, dicha técnica es conocida como PCMOE, en ella se utiliza hidróxido de sodio, comúnmente conocido como lejía, sustancia que infla la porción de cuerpo que se someta en ella, mas si se deja demasiado tiempo puede disolver por completo la parte, por lo que la evidencia desaparece, razón, entre muchas otras, que justifica por qué no se ha intentado dicha práctica en cuerpos completos, como si se ha hecho en Ciudad Juárez.

Entre 2007 y 2013, según el INEGI, se registraron cerca de 140 mil homicidios, dicha ola de violencia, ha generado que expertos en campos diversos como la medicina forense, implementen, descubran o inventen métodos que les permitan allegarse de los recursos necesarios para resolver las muertes, de ahí el interés de Hernández Cárdenas por conseguir que las víctimas se vuelvan identificables, pues, señala que si el cuerpo está descompuesto, inmediatamente lo clasifican como no identificado.

El logro de este odontólogo forense mexicano, radicado en Ciudad Juárez, sin duda implica un grandísimo avance en materia no sólo de medicina forense, sino también de reconocimiento de víctimas, pues al permitir que éstas recobren un aspecto “vivo”, se puede encontrar la causa de la muerte y con ello se abre la posibilidad de resolver sobre la comisión de un delito, y no únicamente ello, sino en un plano más “humano”, en caso de ser identificada la víctima, los familiares pueden hallar la tranquilidad que les fue arrebatada al momento de la desaparición y muerte de la víctima.

 

 

 

Gattaca a la mexicana.

 

biometria-seguridad

En incontables ocasiones la realidad mexicana pareciera sacada de la más bizarra ficción hollywoodense, e incluso, en no menos episodios, la rebaza; tal es caso de la totalmente cuestionable necesidad del gobierno por poseer y recaudar los datos biométricos de la población, especialmente aquellos pertenecientes a  menores, lo cual se intentó a través de la llamada cédula de identidad individual, programa que sobra decir fue un fracaso rotundo.

 

El pasado 25 de marzo, el pleno del  IFAI determinó la obligación a cargo de la Secretaría de Gobernación de cancelar los datos biométricos de dos menores, ello derivada de un procedimiento iniciado en su contra por la madre de éstos, lo cual nos lleva a cuestionarnos sobre ¿A qué se refieren los datos biométricos? ¿Qué son? ¿Quién los protege? ¿Cuál es su tratamiento jurídico? ¿Para qué los quiere el gobierno?

 

La biometría es un término proveniente del latín bio (vida) y metron (medida), generalmente entendido como la serie de características bilógicas- físicas y psicológicas- y de comportamiento susceptibles de ser medidas y con la posibilidad de ser empleadas en el reconocimiento autómata, en palabras más sencillas, se tiene que los datos biométricos serán aquellos rasgos físicos, biológicos o de comportamiento de un individuo que lo identifican como único respecto del resto de la población; como lo pueden ser: las huellas dactilares, geometría de la mano, análisis del iris, análisis de retina,  rasgos faciales, patrón de voz, firma manuscrita, análisis gestual entre otros.

 

En la actualidad, una enorme cantidad de datos personales, específicamente los referidos datos biométricos, son almacenados y recabados en sistemas computacionales gracias a la biometría- o estudio de métodos automáticos de rasgos humanos ya sea físicos o conductuales, misma no es una técnica o mecanismo de reciente creación, ya que desde la década de los 60´s, 70´s estaba siendo desarrollada, sin embargo no es sino hasta el año 2000, donde adquiere un mayor auge- situación que los hace susceptibles de ataques informáticos, factor que conlleva a cuestionarnos sobre su protección, custodia y defensa.

 

Alrededor del mundo, existen diversas legislaciones en las que se han pretendido establecer límites y sanciones respecto del manejo adecuado de los datos personales contenidos en los sistemas de información, sobre todo de aquellos datos biométricos, sin embargo a pesar de su especificidad respecto de las características del individuo aún se encuentra en tela de juicio si deben o no ser considerados como datos sensibles.

 

Tal es el caso de Australia, en donde se recomendó por parte del Comisión de Reforma, que se agregara a la Ley de Privacidad los datos biométricos como parte de los datos sensibles, sin embargo dicho cambio aún no ha sido incluido en la versión actual de la ley; otro ejemplo claro del intento por incluir y esclarecer la situación de los datos biométricos en la legislación de diversos países, es el caso de Rusia, donde actualmente la modificación de su ley en materia de protección de datos está en proceso, modificación que establecerá los requisitos de seguridad para el procesamiento de datos biométricos.

 

En el caso de América Latina, específicamente Perú, fue el país que recién adoptó una ley referente a la protección de datos personales, que en su artículo 2° señala que los datos biométricos serán datos personales sensibles; en el mismo sentido Colombia, en su proyecto de ley sobre protección de datos personales establece en el 5° de sus artículos que los datos biométricos serán considerados datos sensibles.

 

Por su parte el Consejo de Europa, publicó un documento denominado “Informe de situación relativo a la aplicación de los principios de la convención 108 sobre la recogida y al proceso de los datos biométricos”, el cual contiene diversos pronunciamientos respecto de los datos biométricos y su uso, entre los que destacan que los datos biométricos deben ser considerados como una categoría específica de datos, ya que estos siguen siendo los mismos en distintos sistemas y son inalterables de por vida; así como el hecho de que deben ser utilizados con fines determinados, explícitos y legítimos; que los mismos deben ser adecuados, pertinentes y no excesivos en comparación con la finalidad del proceso.

 

En México, tras la promulgación de La Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares en 2010, se ha pretendido salvaguardar el respeto a la dignidad y privacidad de la información de las personas, razón por la cual establece cuatro derechos básicos del individuo sobre su información, los denominados derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición), derechos que en un mundo utópico, por no decir paralelo, podrían hacerse valer en aras de procurar la protección de los llamados datos biométricos, lo cual en muy pocas ocasiones ha tenido éxito, como en el caso planteado al inicio un claro ejemplo: una madre que pide la cancelación de los datos biométricos de sus hijos menores del sistema implementado por la Secretaría de Gobernación.

 

No obstante el logro anterior, la mayoría de las leyes en materia de protección de datos personales son ambiguas en lo referente a los datos biométricos, en el caso específico de nuestro país, la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares, no hace alusión alguna a los datos biométricos y mucho menos a la manera en que éstos deben ser tratados, razón por la que se han tenido que implementar en la práctica, adecuaciones e interpretaciones que no siempre culminan en casos de éxito, como el mencionado, sino por el contrario, terminan hundidos en el cajón más olvidado de los servidores públicos en turno.

 

Aldonza Lorenzo